domingo, 27 de enero de 2008

Vacaciones con Mario Kart!

¡El museo kuyu no descansa nunca! Excepto claro en verano, días feriados, fines de semana y cuando me canso.
Así es que nuestro agente más condecorado, el Kuyu, se fue de vacaciones con todos los gastos pagos (por sus padres) a Costa Azul, e hizo un hallazgo impresionante: el auto de Mario.
Al instante, me mandó un SMS como loco y me describió un automóvil lleno de luz y color, con forma de hongo y manejado por Mario y Yoshi.
Por supuesto, sabiendo que no le iba a creer (por su conocido pasado con los estupefacientes) , el Kuyu sacó varias fotos para probar que no fue otra de sus alucinaciones, y me las envió. Gracias a él ahora todo el mundo puede apreciar esta maravilla.



El Kuyu (izquierda), Yoshi y Mario: 3 héroes de los niños.
Esa cara lo dice todo.

Aquí vemos a un niños subir a este juego.

El mismo niño yéndose del juego al instante.
Seguramente sea muy pequeño para entender
el concepto de diverisón

domingo, 11 de noviembre de 2007

Vida y Obra del Gordo de Nintendo

El Gordo de Nintendo, otro personaje clásico de Tristán. Sí sí, los que lo han visto saben que su manera de ser, su imagen, la carpa que lleva a Tristán y sus precios no pueden ser casualidad, por eso me adentré en los submundos de Tristán recopilando información sobre él, al mejor estilo April O’neil.

Lo que traté de esclarecer con esta investigación de meses es cómo a este tipo le da la cara para vender el Mario 3 de NES a 250 pesos.

Para evitar detalles engorrosos y vergonzosos no voy a decir cómo conseguí los datos, y voy directamente a las conclusiones, reforzándolas con pruebas científicas irrefutables.

Espero que esta historia verídica haga que todos veamos el trasfondo y la riqueza del Gordo dealer de juegos, y así entender por qué sus juegos salen lo que salen.


Vida y Obra del Gordo de Nintendo.

Empecé tratando de responder una pregunta sencilla: ¿Cómo consiguió tantos juegos?
Mi primer deducción fue que tenía un videoclub donde los alquilaba, o un World of Nintendo, algo así… error. La respuesta final e innegable me tomó por sorpresa:

Al parecer, en su juventud nuestro dealer de nintendo favorito estaba out del tema de los videojuegos, tenía una única pasión; el modelismo naval. De pequeño construyó más de 127 modelos a escala de barcos legendarios, supongo que hasta los nombraba cariñosamente, pero no viene al caso. Esta afición lo llevó a construirse un barco tamaño natural a la edad de 24, cuando tomó la difícil decisión de navegar solo por el mundo.

Una noche tras una terrible tormenta en alta mar el barco se da vuelta y El Gordo pierde el conocimiento, despertando días más tarde en una isla desconocida en algún lugar del Pacífico. Débil y deshidratado el futuro capo de Tristán lucha por su vida, vagando por la isla y comiendo lo que la madre naturaleza le proporciona.

Meses pasaron hasta que descubrió que no estaba solo en la isla. Encontró huellas, huellas no humanas, pero sus años de boy scout/constructor de navíos miniatura le decían que esas huellas eran de seres que caminaban erguidos.

En efecto, la isla en la que despertó estaba habitada por animales humanoides liderados por su creador Marlon Brando.

Con su olor, la barba y demás vellos del cuerpo crecidos, El Gordo pudo mimetizarse entre los animales a la perfección, evitando una muerte segura en las garras de estos extraños seres.

Poco a poco fue ganando la confianza de Gork, el líder de la manada del este. Gork lo entrenó y lo trató como a un hijo. Le enseñó el respeto, las costumbres de los animales, los estilos de combate utilizados para la protección de la manada… le enseñó a amar.

Marlon Brando al escuchar el rumor de que Gork tenía un nuevo protegido, vio la oportunidad de explotarlo para su propio entretenimiento. Secuestrando a Gork y colgándolo sobre un lago infestado de cocodrilos, le propuso al Gordo una única oportunidad de salvarlo, todo o nada. Si lograba salvar a Gork sería libre y podría volver a su casa con todos los gastos pagos, si no Gork y él sufrirían una terrible muerte.

El Gordo que estaba en su mejor estado físico logró salvar a Gork de la forma más impresionante, Marlon quedó atónito. Para festejar su proeza, Marlon lo invitó a pasar y tomar un Whisky con él, y de paso charlar un rato.
El Gordo se sorprendió sobremanera cuando vio que Marlon tenía cientos, si no miles de modelos de barcos en su living comedor. Tenía hasta un submarino
Ha-19 Midget… ¡que belleza! Al Gordo se le cayeron las lágrimas… comenzó a recordar lo que era ser un humano.

Permaneció semanas con Marlon Brando, examinando los modelos y día a día fue encariñándose con él, y compartiendo otra afición que había atrapado a Marlon desde el 82; los juegos de nintendo. Marlon tenía todo; le traían embarques enteros a la isla con consolas y juegos originarios de Japón. El 11% de las ganancias de nintendo en los 80 se debía a la adicción de Marlon (y ahora tambien del Gordo) por los jueguitos.

Pero claro, esa isla era una bomba de tiempo. Todos esos animales, inadaptados por naturaleza, y sin supervisión se revelaron un día matando a casi todos los guardias. Los pocos sobrevivientes se tiraron al mar y nunca más se supo de ellos. El Gordo y Marlon, asustados por el motín, se encerraron en una bodega donde guardaban todos los juegos que hoy tenemos la oportunidad de ver en su stand de Tristán.

Los animales se abrieron paso a mordisco y arañazo por la Mansión Brando hasta llegar a la bodega. Saltando por un agujero, una boa constrictor humanoide acogotó a Marlon Brando quien con su último aliento le dijo al Gordo: “Los juegos gordo… salvá los juegos”.

Uno a uno los animales entraron en la bodega. Uno a uno fueron cayendo a manos del Gordo. Estaba totalmente desacatado, furioso. Su amigo Marlon le pidió que defienda los juegos, y eso iba a hacer. Exterminó a la población completa de la isla en una lucha salvaje que duró casi una semana non-stop.

Los juegos quedaron intactos (como puede comprobar cualquiera que vaya a Tristán en la actualidad), pero El Gordo quedó herido y desanimado.

Usando un manojo de cadáveres de hombres rata como balsa, El Gordo escapó de la isla encontrando el camino de regreso a la civilización… se llevó a los jueguitos con él. Un verdadero héroe.

Como ven esta historia responde muchas preguntas más que la inicial de ¿porqué tiene tantos juegos?

Vemos el por qué de la carpa que lleva a Tristán (evidentemente pertenecía a Marlon Brando, quién por sus problemas de piel sensible debía usarla para estar en su isla al aire libre). También se explica por qué tiene un look parecido a Marlon Brando y se sienta y actúa como él (le copia en todo por respeto y amistad).
Finalmente los precios exorbitantes que pone a sus productos son más que justos si tenemos en cuenta que debió luchar con garras y dientes un combate descomunal contra miles de animales salvajes para proteger cada juego. Por eso cada vez que le piden una rebaja, su mente vuelve a esos horrorosos momentos, esa épica batalla, ese desgarre emocional, y se ve obligado a decir que no, a hacerse valer... tiene razón en vender el Mario 3 a 250 pesos… tiene toda la razón

Ahora que todos tenemos esto claro, no puedo expresar más que respeto y admiración hacia este tipo. Un verdadero ejemplo de vida. Y los invito a preguntarle personalmente todo lo que quieran saber sobre esta historia, El Gordo de Nintendo es una persona muy abierta y estará dispuesto a hablar en una buena, contarles qué pasó con Gork, cómo fue rescatado, y todos los detalles que adrede no quise especificar, para que todos tengan la suerte de escucharlos del valiente Gordo en persona.


miércoles, 3 de octubre de 2007

¡MISIÓN CUMPLIDA!

¡Alegría absoluta!
¡Masayuki Uemura nos honró con su firma en nuestro mugroso control!
¡El museu Kuyu está de fiesta hasta nuevo aviso!
Una pequeña crónica del evento está en el blog de Gonzalo, ludology.org
Los dejo con fotos del control en Japón. Muy pronto el control volverá a nuestras manos y ampliaremos.


Aquí nuestro agente estrella Gonzalo demostrando como
se hacen las cosas. A la derecha el legendario Uemura-san.

Si ese fondo no es japonés me cambio el nombre.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Misión Japón

Bienvenidos a este post especial del museo Kuyu.

Con un enorme esfuerzo de producción estamos enviando un corresponsal a Japón esta semana. (en serio... bueno, no le pagamos nada, pero da la casualidad de que va a Japón).
Nuestro enviado: Gonzalo, su misión: lograr interceptar a Masayuki Uemura (el legendario diseñador del NES) y pedirle que nos firme uno de los controles de NES obtenidos en Tristán por el Kuyu.


El control que llevará Gonzalo fue especialmente seleccionado de entre todos los controles del museo por su valor nostálgico y por su calidad. "Pah bo, Es el más más lindo, bo y los botones responden lo más bien, bo", aseguró el Kuyu más de una vez con su particular pronunciación.

Así que este control legendario, seguirá su ciclo de vida. Ciclo que comenzó en la fábrica de Nintendo en Japón, naciendo allí y siendo entregado a una tienda, de ahí a las manos de un niño, luego de unos años pasó a una estantería a juntar polvo, de la estantería a la basura, de la basura a Tristán...
Rescatado de Tristán por los agentes del Museo Kuyu, el cíclo se debe cerrar y es hora de que este control vuelva a su país de origen.
Cuando vuelva a nosotros el control va a estar condecorado por Masayuki y va directo a un altar especial en el museo kuyu, y de ahí... quíen sabe... talvez alguien lo vuelva a comprar en Tristán dentro de algunos siglos...

lunes, 9 de julio de 2007

El largo recorrido del domingo por ese lugar de comercio descarado de mugre, o basurero a la venta al que llamamos feria de Tristán, dio los frutos más jugosos de toda la temporada.

Esta vez el Kuyu no vino, pero me acompañó Gonzalo; un gurú de los videojuegos y tristanero de larga data.

Paseando por los lugares de siempre vimos a los individuos de siempre:
El panchero, cuya agua para calentar los panchos debe ser importada de Chernóbil.
El viejo sin dientes que balbucea “¡Un millón de dólares hoy en el cinco de oro! ¡Vamos, que se acaban las boletas!”, gritándolo como un desalmado tantas veces que hace pensar si en verdad las boletas se acabarán algún día.
Y por supuesto los tipos de la mosqueta; crimen organizado y teatrero en su máximo esplendor ¡Que actores! ¡Que producción del carajo!

Después de recorrer el hábitat natural de estos especímenes, Gonzalo y yo llegamos al sector oscuro (donde lo que venden es casi solamente hierro oxidado), teníamos las manos vacías y poca esperanza. Pero claro, no fueron en vano las enseñanzas del difunto Kuyu (que en realidad está vivo, pero me gusta asustar a la gente y darle un toque dramático a la historia). Cuando venía a Tristán, él siempre agarraba por una zona llena de mugre y pichis viciosos a la que cariñosamente bauticé “El sector Kuyu”. Por esa extraña dimensión es donde acecha “El gordo de los juegos”. Un ser que es un repugnante representante de SEGA en este país. Siempre comercia vestigios de los Yukoh SEGA Club. Debe haber sido un grande en los 90, su época de oro… ahora apenas se lo puede considerar un ser viviente.

Gonzalo y yo nos metimos al sector Kuyu, dispuestos a hacer contacto con este sujeto y lo logramos.

En su tabla de chucherías tenía un Game Boy, algo que yo estaba buscando hace semanas… Se me caía la baba.

“Trescientos pesos con el Tetris, es un regalo.” dijo el gordo de los juegos, que hablaba poco, pero bien.

Tengo que confesar que me sentí como una colegiala al ser invitada al baile de graduación por el capitán del equipo de football. Pero otra vez, la imagen y las enseñanzas del gran Kuyu, quien nunca perdía la calma, y siempre pedía rebaja, vinieron a mi mente.

Logré bajarle 100 pesos al precio original, al ofrecerle llevarlo junto con un Multi-Tap de Playsation2, que quiso comprar Gonzalo.

Impresionante la cara que puso el gordo de los juegos cuando le ofrecí 500 pesos por los dos artículos. Me miró como si fuera Jesucristo o Neo. No me dijo nada de nada. Metió el Game Boy y el Multi-Tap en una bolsa, me miró otra vez, y me dio la bolsa como quien entrega una carga ilegal de osos panda a un traficante. No sé que pensar… esa mirada me va a perseguir por siempre, ¡pesadillas aseguradas! Pero el negocio estaba hecho y eso me trae felicidad pura… ¡ya tengo Game Boy!

El aparato está bastante bien cuidado, pero lleno de rayones en la pantalla. Vino con pilas (cada una de distinta marca y procedencia, obvio). ¡Un éxito total!

Ya está, los dejo con las fotos de mi flamante Game Boy. La prueba de que en Tristán todo es posible, lo inimaginable está ahí, sólo hay que ser elegido por el destino…




lunes, 18 de junio de 2007

Baratijas más baratas que nunca

Tristemente Tristán me ha visto irme con las manos vacías muchos domingos consecutivos. Esto no son buenas noticias para mis fans ni para nadie, a excepción claro de nuestro principal competidor y archi-némesis El Soviet Arcade Games Museum (¡Me las van a pagar malditos rojos!).

En este par de meses en que no actualicé la web, traje unos cuantos objetos inútiles de Tristán. A continuación las fotos y la explicación de porqué no son dignos y no valen los pocos pesos que pagué por cada uno.

Jumper pack de Nintendo 64.
15 Pesos, buen precio si descontamos el hecho de que el artefacto no tiene ninguna utilidad sin el Nintendo 64 presente.
La foto es de muy mala calidad y se ve debajo un arte conceptual hecho por mí que vale más que el mismo Jumper Pack.



Master System III Compact.
Esto no está tan mal. Funciona, pero es medio hack, porque hay que conectarle la antena del NES y jugarlo con joystick de Mega Drive. No conseguí joysticks de Master System por ningún lado, y eso que tienen una forma tan macabra que es raro que no estén en Tristán. Cuando lo tenga completo pongo alguna foto más sexy.

The Simpsons: Bart vs. The Space Mutants para Master System.
Uno de mis juegos favoritos de niño. Jugarlo nuevamente me hace preguntarme: “¿En que mierda estaba pensando?”. ¡¡De lo peor!! Basura. Si iban a ir corriendo a comprarlo, por favor no lo hagan.
La foto es parte de la presentación del juego, corriendo en mi monitor de última generación.


The Simpsons: Bart vs. The World para NES.
Creo que me salió 50 pesos.
Es difícil decir si es peor o mejor que el Bart vs. The Space Mutants. Es igualmente malo, creo que me atrevo a decir que es peor.

Shooting Gallery para Master System.
Aquí en la foto junto al Bart vs. The Space Mutants.
30 pesos. STATUS: Useless. Este juego es para usar con la pistola del Master System, la cual no poseo, entonces… ¿por qué comprarlo? El tema es así: el día en que fui a Tristán y vi este juego, previamente había visto la pistola en el puesto (léase mantel en la calle lleno de baratijas) de otro vendedor (léase prófugo de un hospital psiquiátrico).
Pagué 30 pesos por el juego y me fui corriendo a buscar la pistola original del Master System en la otra cuadra. Cuando le aplico la clásica pregunta: “¿A cuánto me la dejás Mago?”, el sujeto me dice “Dos cincuenta, maestro.”… que desubicado. Intento regatear, pero el tipo no aflojaba ni un peso. Para los que no van seguido a Tristán, la escala de valores es aproximadamente como de 250 pesos = 60.000 dólares de la vida real. Así que me fui sin la pistola pero con este juego inútil que ya había comprado.

Esto es una gloria. Uno de los avances técnicos más grandes que ha pisado la feria de Tristán, un joystick de Dreamcast. Parece estar bastante bien, salvo porque el cable está cortado... Sí, no tiene conector. A pesar de la insistencia del tipo que me lo vendió de que el tema de no tener conector “es secundario” y “se arregla fácil”, no creo que esto vaya a funcionar nunca más. Igual es un lindo adorno por 30 pesos.


Todavía me reservo más baratijas para fotografiar por si no consigo nada bueno en las próximas semanas. Porque recuerden que Tristán es traicionero, pero también es compasivo… y nunca se sabe cuál será su voluntad.

PD: ¡¡Manden hatemail al Soviet Arcade Games Museum!!

sábado, 21 de abril de 2007

Cerrajería Mario

Por esta semana hago un paréntesis en la recolección de consolas, porque últimamente en Tristán no conseguí nada, pero aprovecho para mostrarles esta cosa.

Hace un par de meses, en la vuelta de un viaje en omnibus en el que iba durmiendo me desperté de repente, vi esta esquina y tomé esta foto.


No sé exactamente donde era. Seguramente algunos crean que esto es photoshop, pero no, es real. La cerrajería Mario existe, yo la vi, esta foto lo prueba.

Si se observa la foto atentamente se pueden ver muchas pistas para descubrir el paradero de esta cerrajería. La mejor es seguramente la “Avícola PolloPico”. Igual yo no estoy interesado en saber dónde es, sino que me llamó la atención otra cosa…

Si se fijan bien, hay una mujer de pantalón rosado cruzando la calle a las corridas con, lo que parece ser, su desobediente hijo adolescente siguiéndola. También hay una vieja de bastón y un policía junto a una columna azul.

Algunos dirán que tengo la idea fija, pero esto es sin duda la situación ideal para una película de zombies.
Están todos los personajes clásicos, además la avícola PolloPico provee el último ingrediente. Sus pollos diseñados genéticamente se le irían de las manos un instante luego de tomada esta foto, picándole la cara a un incauto empleado quien discutía con otro sobre cómo lo dejó la novia. Inmediatamente ambos se transforman en zombies y comienza a infectar al resto de los clientes que compraban pollo esa mañana.
La mujer Pantalón Rosado y su hijo Billy, el desobediente, verán como la vieja de bastón es mordida y destripada por varios zombies sicóticos que salen destrozando los vidrios de la avícola PolloPico, y transforman a la vieja en una de ellos.

¿Hace falta el héroe? Ya lo veo al viejo cerrajero Mario (no cabe ninguna duda de que ese es su nombre), entrado en kilos, malhablado, con una notoria calvicie que lo obliga a vestir una gorra roja, e improvisando para salvar la situación. “Let’s get the fuck out of here!” grita en varias oportunidades.

El policía intenta hacerse el héroe sacando una pistola y pegando un par de tiros al aire… pero se sabe que los disparos tienen que ser directo en la cabeza o el zombie ni los siente.

Luego de vaciar todo su cargador el policía se ve cara a cara con la vieja zombie. Mario le salva el pellejo, enfrentado a la vieja a quien, con mucho asco, le clava entre los ojos un extraño instrumento para destrabar puertas. A pesar de todo, el policía fue mordido, pero no muere, así que se transforma en una carga para Mario, la mujer Pantalón Rojo y Billy, quienes son los únicos sobrevivientes y se refugian en la carnicería “Novillo y Pico”, mientras la ciudad entera se vuelve zombie.

Seguramente, luego de luchar varias veces por su vida y la de sus nuevos amigos, Mario descubrirá una puerta que va de la carnicería a la avícola, a donde deben ir para matar al pollo zombie madre antes de que el policía se transforme (como explica el adolescente, que aparte de desobediente resultó ser medio nerd).
”Si matamos al pollo supremo se acabará esta pesadilla.”, diría Billy. Mario luego hace un chiste sobre el pollo supremo y la suprema de pollo que a nadie causó gracia, pero le roba una sonrisa a la madre de Billy.

Finalmente la muerte del pollo zombie madre a manos de Mario, en el subsuelo de la avícola, hace que todo vuelva a la normalidad, y que Mario bese a la madre de Billy y se transforme en el padre que el adolescente desobediente-nerd siempre quiso.

Pero claro, estas cosas nunca terminan bien. El policía ya estaba muy infectado y en el último instante se transforma. El viejo Mario, ya sin balas en la escopeta, en un intento desesperado por salvar a su nueva familia lo sujeta y salta con todas sus fuerzas directo a la olla gigante donde hervían a los pollos de la maldita avícola PicoPollo. “It’s a me Mario you fucking zombie!!” le grita en el aire mirándolo a los ojos y escupiendo bastante, mientras ambos caen a su muerte.

Sí, definitivamente eso es lo que debe haber pasado, Mario detuvo a los zombies pero a costa de su vida. Así que hoy cuando vayan a la pollería asegúrense de que los pollos sean de granja, y no unos engendros diseñados genéticamente.